El aluminio es un material metálico y, por lo tanto, transmisor. De esta forma absorbe la temperatura tanto de la calle como del interior de la vivienda. Esto produce dos hechos fundamentales; uno es que, ante las diferencias grandes de temperatura, forma condensaciones. El segundo hecho es la perdida de temperatura de la vivienda. Para evitar esto, se creó el alumino con rotura de puente térmico.